viernes, 13 de agosto de 2021

Sucesión de los días

Tendría que ser más fácil, pero así no habría mérito. Eso pensaba mientras caminaba por la calle desierta. Levantarse todos los días y poner cara y cuerpo de deseo, de inquietud, mente despierta y atención dispuesta... todo eso era abrumador, pensarlo solamente consumía las energías.
El pelo había dejado de crecerle hacía un tiempo, y no era que ella no lo quisiera, todo lo contrario, lo deseaba con inquietud, pero no era feliz. ¡Qué maldición! ¡haberlo sabido antes y no estaría metida hasta el cuello!
Los dientes se estaban poniendo amarillos, pero el morder todavía era posible, y las sábanas lo sabían.
El infierno a veces está en la lenta procesión de los días, qué cosa, ¿no? Y sin embargo, a quién le importa.